"El que habla en este momento / jamás ha tenido escuela, / mas, volando, / se la ha pasado en el viento / como el pájaro que vuela," Así habla Víctor Manuel, personaje leal, franco y sensato que aparece a partir del segundo fragmento del libro Benito Pablo Quinteros, escrito por René Arteaga bajo el pseudónimo de Ramón Cantel en la revista CAUCE, dirigida por Sergio Pitol.

 

 

 

Benito Pablo Quinteros

(Fragmentos II)

Por Ramón Cantel

Lo que dijo Víctor Manuel:

Son para mí las razones

el más preciado argumento

para hablar,

y en todas las ocasiones

procuro, con mucho tiento,

razonar;

porque es hombre de valer

el que al hablar de la vida,

la presiente

y la llega a comprender

quien, al verla referida,

no la miente.

Yo no traiciono sus cosas,

más bien les tengo un cariño

bien guardado,

pues sus espinas y rosas

me las dio cuando era niño,

con cuidado.

…………

El que habla en este momento

jamás ha tenido escuela,

mas, volando,

se la ha pasado en el viento

como el pájaro  que vuela,

observando,

y con los pies en la historia

viendo a lo largo del mundo,

va llegando en su memoria

lo sencillo y lo profundo

que ha mirado.

…………

http://es.scribd.com/doc/213820814/Benito-Pablo-Quinteros-Fragmento2

Parábola del pan y de la leche es un verso escrito por René Arteaga en septiembre de 1957 y publicado por la revista Frases cuando el escritor se encontraba estudiando en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Para cuando el poema -mezcla sutil de esperanza y melancolía- fue dado a conocer, René Arteaga ya era conocido como cuentista, poeta y periodista en México y El Salvador, sin embargo buscó en la Universidad un espacio que contribuyó a la complejidad de su pensamiento, con el que era capaz de crear frases tanto alegres como tristes.

 

 

PARÁBOLA DEL PAN Y DE LA LECHE

Para Dumé

Por RENÉ ARTEAGA*

Este amanecer será otra vez sin mí;

con leche derramada

al pie de cada puerta;

con gritos finos

entre el azul del alba.

 

Pero ya no soy niño

y no debe enloquecerme más

el tintineo de los hombres

que reparten leche tibia.

 

¡Ahí viene uno!

La bicicleta camina

sobre charcos de plata.

El hombre viene cantando.

¡Claro!

Ya no soy niño…

pero…

¡eh!, ¡oiga!, ¡a usted le hablo!

No, solamente quería saludarlo.

***

Amanece otra vez.

He inaugurado la moda

de ser triste

y esconder mis manos frías

y elegantes

en mis bolsillos rotos.

 

Me toco la pierna,

¡tiembla!

Cuando yo era niño

saltaba los corrales

y robaba frutas.

¡Ah, las frutas de mi aldea!

     Siempre había un arroyo

al pie de mis banquetes.

¡Hay frutas con muchas calorías!

¡y qué lindos colores!

 

Aquí viene una.

-“¡Las naranjas brillan!”.

Es una señora de ojos negros.

¡Me gustan los ojos negros

en cada madrugada!

Me acerco

Esto bajo sus párpados.

***

¡Sí, señora!

Hay cosas muy baratas

pero a mí,

sencillamente me hacen daño.

Hay naranjas amargas

(lo digo por la cáscara),

¿me entiende?

¡Amargas!

***

Ha salido el sol.

Las calles se llenan de fuego.

Los niños van a la escuela.

¿Te acuerdas?

 Volvías a tu casa

y golpeabas con tu lápiz

el dorso de una mesa con pan.

 

Pero ya no tengo lápiz.

El mío era de madera

y el profesor de aquella escuela

     está en el cementerio

bajo una cruz azul.

***

Ha llovido mucho.

El pan tiene musgo

en las huellas de mis dientes.

Bien dicen que Dios es bueno.

Sin él, no habría madrugadas

como ésta.

 

¿Qué dice usted?

¿Verdad que es hermoso

cantarle en cada amanecer,

con una flor en la solapa,

al pan y a la leche?

México, septiembre 8 de 1957.

* R.A. Cuentista, poeta y periodista salvadoreño. Destacado estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la U.N.A.M. Estimado colaborador de FRASES.

 

http://es.scribd.com/doc/203577823/Parabola-del-pan-y-de-la-leche

"La noche del Año Nuevo, / en confianza les diré, / que una taza de café / fue todo nuestro derroche / y nos pasamos la noche / viendo la luz del quinqué". Así es como empieza el personaje Benito Pablo Quinteros a contar uno de los episodios de la historia triste de Guatemala en los años 50. Así como el personaje se llama la obra, escrita en versos por el poeta joven salvadoreño Ramón Cantel. Algunos fragmentos fueron publicados en la revista cultural CAUCE, dirigida por Sergio Pitol. Ramón Cantel, quien no era otro que el mismo periodista René Arteaga, formaba parte del consejo editorial de la publicación que buscaba expresar la voz de una juventud inconforme y responsable.

 

 

Benito Pablo Quinteros

(Fragmentos I)

Por Ramón Cantel

 

Aquí cuento,

palabra por palabra,

Lo que me contara

Benito Pablo Quinteros.

..........

 

Benito Pablo:

La noche del Año Nuevo,

en confianza les diré,

que una taza de café

fue todo nuestro derroche

y nos pasamos la noche

viendo la luz del quinqué.

Como a las doce llegó

mi amigo Víctor Manuel,

ni café ni San Miguel

le pudimos ofrecer,

pero él supo comprender

nuestra importuna pobreza.

Hablamos de muchas cosas:

del frío, de la calor,

de las cosas del amor,

de cómo vive la gente,

del pasado, del presente,

de lo alegre y del dolor.

……….

Aquí se apuntan con gusto

las cosas que me dijo él,

si mi memoria es infiel

y algo se queda en secreto,

pido con mucho respeto

perdón a Víctor Manuel.

 

http://es.scribd.com/doc/198863900/Benito-Pablo-Quinteros-Fragmentos1